Religión y espiritualidad de los pueblos vettones.





No se han publicado muchos estudios sobre el tema de la religiosidad vetona y los existentes resultan ser un compendio general de espiritualidad vaccea, celtíbera, carpetana y...vettona. Es fácil entender la razones: las fuentes en las cuales un historiador puede sostener su trabajo, ya sean epigráficas, literarias o arqueológicas, no nos ofrecen una información clara y precisa. Las fuentes epigráficas nos transmiten una teonimia pasada por el tamiz del latín y la cultura romana, y se refieren a una época muy concreta, la de la Hispania romanizada. La literatura clásica, a su vez, nos proporciona un conocimiento sesgado, una visión romana que podríamos tildar de interesada. Finalmente, la  arqueología aporta una base material que resulta claramente insuficiente para percibir los rasgos espirituales, la simbología, el ciclo narrativo...la esencia del alma de los vettones.



Inscripción latina dedicada al dios Endovellico

El panteón vettón es muy rico si nos atenemos a los más de trescientos nombres de dioses que nos aportan las inscripciones romanas fechadas entre los siglos II y III d. C. para el noroeste y franja occidental de la Península Ibérica. Algunos de esos nombres aparecen sólo una vez, y aunque hemos de reconocer que los que se repiten son más bien pocos, nos arrojan una valiosa información: en el ámbito vettón al menos, se producía un culto muy atomizado y de una variedad marcadamente local. Dichos cultos indígenas, con la llegada de la cultura romana se irían adaptando a las nuevas creencias en un proceso de asimilación y sincretismo que no impidió, sin duda, que aunque el pueblo vettón adoptara el culto oficial romano, siempre quedaran restos (ay, cada vez menos y más contaminados) de sus creencias originales, aunque en un ámbito quizá privado.

Podemos hablar de tres niveles de deidades en el panteón vettón: divinidades de carácter astral y vinculadas a la naturaleza, de origen indoeuropeo, como el culto al sol, a la luna....por otro lado, dioses poderosos y de extendido culto, éstos de influencia céltica como Lug, Deva, Ataecina, Endovellicus...y, finalmente, dioses menores identificados con parajes, como ríos, montañas, bosques, o protectores de la familia, incluso territoriales como los propios de un determinado poblado.

La influencia céltica hizo a los vettones construir primarios santuarios al aire libre, como el aparecido en el poblado de Ulaca (Solosancho, Ávila) cuyo castro está provisto de un área sagrada, apartada de la zona de viviendas; posee una estructura realizada en piedra conocida como "altar de sacrificios" y que se ha vinculado a la práctica de ritos de iniciación. A destacar el de Santa Lucía del Trampal (Alcuéscar, Cáceres) dedicado a Ataecina y ubicado en un bosque de encinas y robles.



   
 Santuario del Castro de Ulaca







BIBLIOGRAFÍA:

BLÁZQUEZ MARTÍNEZ, J. M. "La religión de los pueblos de la Hispania prerromana". I Coloquio Internacional sobre religiones prehistóricas en la Península Ibérica. Salamanca, Cáceres 1987.
GÓMEZ SANTA CRUZ, J., ESTEBAN ORTEGA, J. "Divinidades y lugares de culto vettones y romanos en el Noreste de la provincia de Cáceres". Universidad de Extremadura. Norba. Revista de Historia, Vol. 23, 2010.
SÁNCHEZ MORENO, E. "Aproximación a la religión de los vettones: dioses, ritos y santuarios". Stvdia Zamorensia,  Segunda etapa, vol. IV., 1997.


FOTOGRAFÍAS:

Castro de Ulaca. Arqueología de la Península Ibérica y del Mediterráneo. Arqueomás.



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