Más allá, más allá



       


         Cuando era pequeña, mientras las demás niñas jugaban, yo me detenía absorta ante el milagro de una puesta de sol. Todo lo inmediato desaparecía y me sentía más allá del espacio y del tiempo, mi "yo" se diluía ante aquel ocaso que me engolosinaba con la promesa de tierras desconocidas, que me invitaba a viajar no sólo geográficamente sino a través de la Historia y del Mito. Porque más allá estaban aquellas civilizaciones, aquellos "horizontes" que ya había descubierto en mis libros: Mesopotamia, con sus reyes barbados y sus palacios azules adornados con leones; Egipto, con sus pirámides recortadas delante del sol, donde Ra viajaba con su barca solar recorriendo el día y la noche. Más allá, más allá yo sentía relumbrar las piedras del Partenón y los dioses manipulaban batallas entre griegos y troyanos.

         Todo era posible más allá de ese horizonte, podía entender por qué los griegos ubicaban en Occidente, donde se ponía el sol las Columnas de Hércules, el Jardín de las Hespérides o el maravilloso reino de Tartessos, pues allí se funden Mito e Historia, allá el ser humano se abstrae de sí mismo y siente más que nunca la idea de trascendencia.

Comentarios

  1. A mí me pasaba lo mismo, dejaba volar mi imaginación, mi mente y mi "yo" al Valle de los Reyes, la Biblioteca de Alejandría, Roma, Atenas, Mesopotamia, Constantinopla, Troya así como Mitos y Leyendas que unen realidad, sueños, Mitos e Historia. Precioso artículo. Ehorabuena por llevarnos hacia un viaje tan bonito de la Historia, los Mitos y Leyendas, puedes estar muy satisfecha, orgullosa y feliz

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  2. Gracias Félix, tu comentario me emociona. Poder viajar en el tiempo es un tesoro del que no todas las personas pueden disfrutar. La facultad de la ensoñación y de la abstracción nos permite vivir más plenamente. Es para mí un placer saber que alguién como tú ha visitado este blog. Muchísimas gracias y que seas tan feliz como tu nombre promete.

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