Las Piedras Labradas, cuerpo romano y corazón indígena




En el norte de Cáceres, la Hispania romana nos depara aún muchos enigmas por descifrar. En el llamado Collado de Piedras Labradas, en Jarilla, muy cerca de la romana Cáparra, nos topamos con un grupo de piedras perfectamente talladas. La imagen, en principio es desoladora, lo que parecen ser sillares de una antigua construcción se muestran desparramados, abandonados, sólo algunos forman una estructura rectangular, un recinto casi cerrado y.....algo más esperanzador, uno de ellos conserva el relieve de una tabula ansata que como una llamada de atención, nos anuncia que estamos en el umbral de un lugar a respetar, quizá sagrado.

Probablemente son los restos de la cella de un templo romano. La perfección del corte de cada piedra, la estructura en sí, nos recuerdan a las de otros santuarios romanos aparecidos en infinidad de lugares romanizados. Cerca se hallaron monedas romanas, y alguna de las aras votivas que antes formaban parte del templo (la mayoría han sido expoliadas) posee inscripciones demasiado incompletas para ser transcritas, pero que ofrecen carácteres latinos. 

Algunos historiadores defienden que sería un pueblo prerromano, quizá vettón, el arquitecto del templo. La cercanía a éste de manantiales y fuentes termomedicinales, o precisamente su ubicación en el bosque, considerado sagrado por los indígenas, nos llevaría a pensar en la dedicación a algún dios o diosa antigua vinculada a un culto a las aguas o a los mismos bosques. Muy probablemente, la respuesta al enigma esté a caballo entre las dos propuestas. La llegada de la cultura romana y su impacto sobre la población indígena dio lugar, lógicamente, a un proceso de sincretismo. Los grupos autóctonos mantuvieron un tiempo su panteón de dioses, sus ritos y creencias, pero ahora habrían aprendido nuevas técnicas de construcción, más modernas, más perfectas en su pragmatismo... más romanas.

Las Piedras Labradas nos mostrarían, pues, un cuerpo romano pero un corazón indígena.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Bandu, el dios guerrero. El protector.

Navia, la diosa de los valles y las aguas

La "sauna" de Ulaca